Los teléfonos fijos y móviles, el acceso al Internet y su interminable carpeta de servicios, y la televisión por paga son servicios que han evolucionado significativamente durante los últimos años, tanto así que la tecnología de cables necesarios para conectar los hogares y negocios, paso de cables de cobre a los nuevos cables de vidrio, la famosa Fibra Óptica.
Esta ultima promete que no importa el servicio de que se trate, su capacidad para manejarlo siempre estará esperándolo, tanto así que con una sola línea conectada se pueden manejar todos los servicios actuales que requieren los ciudadanos en sus hogares o negocios. Hasta hace muy poco tiempo la Fibra Óptica estaba reservada como líneas de entroncamiento entre centrales telefónicas, y eran rutas soterradas bien protegidas debido a la gran cantidad de información que manejaban.
Esto ya cambió, pues la Fibra Óptica ya esta siendo utilizada para llevar los servicios a hogares y negocios. Ya no tan pocos están disfrutando de la gran ventaja en término de capacidad y calidad que le brinda la Fibra Óptica, y cada día que pasa más se suman a disfrutar de este beneficio.
Sin embargo por la falta de una planificación y entendimiento entre los actores que permiten que estos servicios lleguen a la ciudadanía, se está creando un monstruo que restará el brillo de estos servicios, se trata de la congestión de cables sobre los postes de electricidad que recorren nuestras ciudades, que con su negativo impacto visual tornan en un arrabal la imagen de nuestras ciudades y barrios.
Telefónicas, Órgano Regulador (Indotel), Ayuntamientos,y Cámaras legislativas, deben de encontrar un camino que permita el eliminar por completo este arrabal de cables, que ahora con los cables de Fibra Óptica se incrementa a niveles insoportables.
Las opciones a tomar son varias, dolorosas para unos y otros de los actores principales, opciones que tienen que ser ponderadas con cuidado, y teniendo siempre la mayor consideración al protagonista principal que es el ciudadano, usuario final de los servicios, pues bajo cualquiera de ellas el precio de los servicios no deben de ser incrementados, sino por el contrario reducidos.
Entre las opciones a considerar están:
- Desarrollo de plantas de distribución vía Fibra Óptica soterradas o aéreas, de uso compartido. Una sola red para todas las prestadoras de servicio.
- Desarrollo de sistemas de conductos de distribución soterrados, compartidos por todas las prestadoras de servicio.
- Desmonte del 10 % del impuesto selectivo al consumo a un monto mucho menor, donde la mitad sea del Gobierno Central y la otra mitad de los Ayuntamientos como derecho de paso de los conductos soterrados.
Estamos en el mejor momento para enfrentar esta problemática, la cual no podemos permitir se convierta en un monstruo incontrolable que resulte luego imposible de corregir, pues si al precio que pagamos por los servicios le vamos a sumar el precio del deterioro de nuestro entorno, entonces es ya demasiado.